El sector de la logística del frío ha experimentado durante los últimos años un crecimiento significativo en la demanda, tanto en almacenamiento como en el transporte de productos perecederos. Según algunas organizaciones del sector esto se ha debido a tres factores fundamentales: el incremento del gasto y consumo en el hogar, el auge del comercio online de alimentación y el crecimiento de las importaciones y exportaciones españolas.
Según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales del Ministerio de Industria, en 2019, la exportación española de frutas y hortalizas frescas se situó en 13,5 millones de toneladas y 13.542 millones de euros, con un crecimiento del 8% en volumen y del 5,5% en valor en relación a 2018. Unos datos que muestran a España como una gran potencia exportadora.
En RFL Cargo, que ofrecemos una logística personalizada con soluciones específicas para cada industria, realizamos envíos de carga refrigerada y congelada con servicio de cold treatment y total trazabilidad. Una forma de trabajar, una profesionalización que, actualmente, en tiempos de pandemia, tiene todavía mayor valor.
La irrupción del COVID-19
La crisis del coronavirus ha hecho todavía más imprescindible la logística del frío. Desde que comenzó la pandemia aquellos operadores logísticos que dan servicio a supermercados, cadenas de distribución e hipermercados se han visto sometidos a un régimen de trabajo tan intensivo que, no sólo no han disminuido su actividad, sino que se han visto incrementado.
Además la llegada de las vacunas contra el virus todavía ha aumentado la necesidad vital de este tipo de logística. Y está siendo todo un reto: la distribución y mantenimiento de la ansiada vacuna del COVID-19 (esencial para solucionar la crisis sanitaria y económica global) es un desafío, no sólo por la necesidad de transportar a lo largo de todo el mundo una cantidad histórica de material sanitaria de alto valor y con una urgencia temporal alta, sino porque, además, son necesarios unos requerimientos logísticos y de transporte sin precedentes para tanto volumen. Estamos hablando, en algunos casos, de transportes bajo temperatura congelada de hasta -85º.
El avión, el más utilizado
Debido a la sensibilidad del producto, su altísimo valor, las necesidades de monitorización y de acortar los tiempos de tránsito para minimizar riesgos, el transporte aéreo está siendo ahora mismo el medio más utilizado para el transporte de vacunas.
Según cálculos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) será necesario dedicar a esta actividad del orden de 8.000 aviones cargueros con una capacidad para el transporte de 100-125 toneladas. Este masivo transporte llevará aparejadas exigencias de altísimo nivel en aeropuertos y operadores handling, con instalaciones y procedimientos que son necesarios adaptar para atender este nuevo mercado emergente.
