La omnicanalidad es la integración de todos los canales existentes en el mercado. De esta manera se generan caminos que se interrelacionan para que un cliente, que inició una comunicación por una vía de interacción, pueda continuarla por otra. La omnicanalidad podría resumirse en la intención de unificar todos los canales en los que está presente una compañía y que el cliente no aprecie diferencias. En RFL somos especialistas en aplicar soluciones logísticas a medida para cualquier tipo de industria, y, también conscientes de la importancia de la omnicanalidad para mantener una relación duradera con los clientes y mejorar su experiencia.

La implantación de una estrategia omnicanal en logística, no sólo ayuda a mejorar los resultados y la experiencia del cliente, sino también permite a la compañía ser más eficiente y mejorar los tiempos de respuesta en todos los procesos logísticos. Por ejemplo, un cliente, o un potencial cliente, que establece una comunicación en Redes Sociales puede continuar a través de un correo electrónico y finalizarla en la visita a una oficina. Toda la información de esta relación debe estar actualizada para poder dar un correcto servicio, sin duplicidades ni errores.

Los retos de la omnicanalidad

El reto, o la gran dificultad, que supone aplicar la omnicanalidad es que es necesario trabajar para coordinar a todas partes implicadas, de manera que la respuesta, unificada, al cliente sea una sola, aunque detrás haya varias áreas de la empresa interactuando. Ahora mismo uno de los sectores más avanzados en la aplicación y desarrollo de la estrategia omnicanal es el sector del retail, seguido del logístico.

Ventajas

Dos de las principales ventajas que supone aplicar la omnicanalidad son:

• Imagen de marca. Los clientes aprecian la flexibilidad con la que actúa la empresa pues les facilita la comunicación. De esta manera se puede fidelizar y ganar mayor cuota de mercado.
• Productividad. Aunque el proceso de integración de una estrategia omnicanal puede ser complejo, una vez ya está integrado, aumenta la productividad. Se tendrá un control total y absoluto del stock, así como de los procesos de compra y la gestión de la información.

El almacén omnicanal

La aplicación del modelo omnicanal supone una transformación de los centros logísticos. Obviamente el espacio sigue siendo el mismo al contar con la mismas zonas (de almacenaje, de preparación de pedidos, muelles de carga y descarga…) pero la diferencia radica, eso sí, en las necesidades. Se debe gestionar la entrada de pedidos online, de las tiendas físicas y de otros canales al mismo tiempo con lo que la organización resulta clave.