La gestión de almacenes se define como el proceso de la función logística que consiste en recibir, almacenar y desplazar, dentro de un mismo almacén las mercancías que en él se establecen, desde su recepción hasta el su reparto. La gestión de almacenes tiene como principal objetivo garantizar el abastecimiento continuo y puntual de las mercancías, del tipo que sean, y medios de producción solicitados para asegurar los servicios comerciales de forma ininterrumpida y rítmica.
En RFL Cargo ofrecemos a nuestros clientes el servicio de almacenaje. En este post trataremos de explicar y analizar los procesos de la gestión de almacenes que se requieren para la buena gestión y organización de los mismos.
En el Mapa de Procesos Logísticos, la gestión de almacenes se sitúa entre la gestión de existencias y el proceso de gestión de pedidos y distribución. Por lo que, la responsabilidad del área de almacenes se crea principalmente en la recepción de la mercancía física en las instalaciones y se amplía hasta el mantenimiento de las unidades físicas, hasta su posterior tratamiento.
¿Cuáles son los procesos por los que debe pasar una buena gestión de almacenamiento?
Una buena gestión de almacenamiento, debería de soportar 5 procesos básicos para que la gestión sea un éxito. Estos procesos son los siguientes:
– Recepción. Este proceso consiste en la recepción de la mercancía. Permite tener el control y la gestión de todo lo que se ingresa en el almacén. La recepción será el primer paso en la organización y es uno de los más importantes, puesto que permitirá tener total organización de las mercancías que se encuentran almacenadas, hasta las mercancías que vayan poco a poco saliendo.
– Almacenamiento. El segundo proceso permite verificar el tipo de mercancía que se encuentra dentro de la nave y, ubicarla y almacenarla adecuadamente en un espacio físico. Dentro de este proceso, dependerá del tipo de mercancía que se deba de almacenar, puesto que hay mercancías que tienen necesidades especiales, como por ejemplo productos congelados.
– Control de inventario. Este proceso tiene como objetivo velar por la existencia de los stocks dentro del almacén, es decir, deberá de evaluar y organizar en cada momento los productos que se encuentran en el almacén y procurar que éste no se quede sin mercancía. Además, en este proceso se gestionan los movimientos que realice cualquier mercancía, tanto dentro del almacén como durante el proceso logístico.
– Picking/Surtido. Este proceso se encarga de la preparación de los pedidos, es decir, de seleccionar la mercancía que se solicita. Esta selección puede corresponder según la fecha de vencimiento de los productos, de la fecha de manufactura, etc.
– Despacho (Embarque). El despacho es el proceso en el que se gestiona la salida de la mercancía seleccionada en el proceso picking. En este proceso, gestionan la documentación necesaria para poder transportar la mercancía, como guías de remisión, la hoja de packing, etc y también se inspecciona la mercancía a transportar. Todo ello para poder garantizar la buena salida y recepción de los productos. Una vez realizado habremos terminado con la gestión de esa mercancía.
Desde RFL Cargo, gestionamos nuestros almacenes de manera cómoda y beneficiosa para nuestros clientes. Además, al no estar limitados a un almacén propio, somos capaces de ofrecer soluciones de almacenamiento según más le convenga a cada uno de nuestros clientes. Para más información no dude en visitar nuestra página web.
