El cambio climático va a suponer importantes retos para el sector del transporte en España, que se va a ir viendo afectado por una serie de impactos directos e indirectos sobre sus infraestructuras. Las consecuencias del cambio climático, además de los efectos meramente físicos, influirán en aspectos como la demanda futura de transporte, las pautas de movilidad de viajeros y mercancías, así como en la elección de los modos de transporte. Desde RFL somos conscientes, que, cada vez más, todas las áreas del transporte deben comenzar a adaptarse a la próxima coyuntura para dar soluciones reales y eficaces al sector logístico.
Según el último informe hecho público por el ministerio de Fomento el efecto del cambio climático será mayor en el transporte de ferrocarril, aunque tampoco estará exento el transporte por carretera. Por eso, para intentar mitigar los efectos del calentamiento global sobre un sector estratégico como es el transporte, algunos expertos resaltan que se deberían comenzar a aplicar medidas como:
- Gran apuesta por el ferrocarril, un medio de transporte que genera menos costes externos si es comparado con la carretera (muy dependiente de los hidrocarburos). En España la gran asignatura sigue siendo la actualización de la red ferroviaria para las mercancías, es decir, el paso del ancho ibérico al ancho internacional. Otra de las tareas pendientes es la de mejorar las conexiones ferroviarias con los puertos. Asimismo debe definirse y mejorar una red de plataformas logísticas que permitan un fácil intercambio entre el camión y el tren, algo que favorece la intermodalidad.
- Mayores incentivos para la fabricación de todo tipo de vehículos con bajas o nulas emisiones de C02. El objetivo europeo apuesta por reducir en un 40% este tipo de gases de 2021 a 2030, por lo que los vehículos nuevos deben ser cada vez más eficientes a nivel medioambiental. En ese sentido toma mayor fuerza las voces que, cada vez más, reclaman la aplicación de la Euroviñeta a los vehículos pesados, una especie de tasa ambiental que grave sobre el transporte de mercancías por carretera
- Legislación más estricta en el transporte marítimo para que los grandes buques que navegan en aguas europeas reporten al detalle todas sus emisiones
- El transporte aéreo, incluido en el sistema europeo de registro de emisiones desde 2012, es uno de los sectores donde las emisiones de gases tipo invernadero tiene niveles más alarmantes. Es necesario medidas de control y apoyo para evitar que sigan aumentando.
Beneficios de una logística sostenible
Esta apuesta por el cambio de modelo energético, esta transición, puede conllevar tres grandes ventajas. En primer lugar la disminución de los costes de la empresa ya que la emisión de CO2 se puede reducir tanto en el transporte como en el almacenaje, sobre todo, mediante la mejora de la eficiencia de las operaciones.
En segundo lugar puede ser una cuestión de imagen corporativa y de marketing. Los consumidores, y las empresas en general, tienen cada vez mayor conciencia del problema, y la sostenibilidad se ha convertido en un aspecto esencial en la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Una imagen de empresa con altos niveles de impacto medioambiental puede generar un desprestigio que conlleve un descenso de ventas.
Finalmente el endurecimiento, cada vez mayor, de las normativas estatales (prohibición de circulación a ciertas horas del día, normas de construcción relativas al aislamiento, impuestos sobre el petróleo y electricidad, ect.). Las empresas ya disponen de muy poco margen para no cumplirlo.
Barreras principales
No obstante, a día de hoy, este escenario ideal de bajas emisiones aún debe enfrentarse a obstáculos como el elevado coste de los vehículos con energías limpias, la poca autonomía con la que cuentan, la escasez de puntos de recarga o la baja aceptación por parte del consumidor. Además se suma el rechazo de ciertas Administraciones, muy poderosas a nivel mundial, o bien negando la existencia del cambio climático o, al menos, no asumiendo la magnitud del mismo.
