El otoño parece que, aunque algo tardío, quiere llegar a la Península Ibérica, y con él llega la inestabilidad atmosférica y las lluvias, en ocasiones en forma de tormenta puntual, cortas pero peligrosas, pues el asfalto se humedece, y proliferan los accidentes, por lo que hay que replantearse cómo conducir. 

El exceso de velocidad, un mal pavimentado o el simple hecho de contar con carreteras mojadas, son los causantes de muchos accidentes que, en ocasiones, se pueden prevenir con un mantenimiento óptimo de los vehículos.

Conducir con lluvia

La pérdida de adherencia de los neumáticos hace que  la distancia de frenada se alargue, por lo que la distancia de seguridad debe aumentar para evitar accidentes por alcance. Con la lluvia empieza el peligro. Hay que recordar que las calzadas no son superficies limpias, sino que, en ellas encontramos restos de aceite, gasolina y otras sustancias que junto con el agua, crean una película resbaladiza.

Recomendaciones para evitar accidentes

• Revisar que los neumáticos tengan dibujo. Un neumático poco gastado mejora el frenado, por lo que si perdemos adherencia, a causa de la lluvia, este puede convertirse en nuestro principal aliado o enemigo.
• La presión de los neumáticos ha de ser la correcta. Con más presión de lo recomendado el aquaplaning está asegurado. La goma toca menos el pavimento.
• Reducir la velocidad. En caso de lluvia un frenado brusco es contraproducente.
• La visibilidad es esencial. Contar con las luces bien reguladas y los limpiaparabrisas en correcto estado es una obligación.
• Incrementar la distancia de seguridad.
• Sujetar siempre fuerte el volante.

Disponer de elementos de seguridad como chaleco reflectante y triángulos de señalización de avería se convierte en imprescindibles, más si cabe en esta situación. Desde RFL Cargo siempre tenemos en cuenta la seguridad, por lo que nuestros camiones van a equipados y los transportistas conocen estas recomendaciones.