Con el aumento de la digitalización en el sector logístico son cada vez más las operaciones que se realizan de forma electrónica. Las empresas conectan a clientes, servicios y productos por tierra, mar y aire, como es el caso de RFL, con una amplia cartera de servicios en transporte internacional, reefer o aduanas.

De esta manera los clientes pueden saber dónde están sus envíos, los horarios de su medio de transporte e incluso hacer operaciones desde casa. Una tarea cómoda y rápida pero que también debe ser vigilada para evitar un uso ilícito de estos datos. En este contexto es cuando toma importancia el concepto de ciberseguridad, es decir, la protección de la información de valor que se encuentra almacenada en los diferentes dispositivos interconectados y que conforman la tecnología de una empresa.

Principal riesgo

El principal riesgo al que se puede llegar a enfrentar una empresa logística es la pérdida de información confidencial. Por ejemplo los datos de los clientes, proveedores o documentos importantes que son claves en el día a día. También otros aspectos como el espionaje industrial, la seguridad de las personas, el acceso remoto a los sistemas, el fraude en comercio electrónico, el uso de herramientas de paquetes o la propiedad intelectual. En algunos casos, muy extremos, se puede desencadenar en un cese de la actividad ante la imposibilidad de controlar el estado de las mercancías y no poder mantener el contacto con el resto de implicados en la cadena logística.

Plan de seguridad virtual

Para prevenir posibles ataques, o ciberataques, es importante que las empresas cuenten con un plan de seguridad. El primer punto es analizar el estado actual de la seguridad, y, a partir de ahí, marcarse los objetivos. Es conveniente que todos los departamentos que van a participar en este plan se impliquen y trabajen con un manual de buenas prácticas. En ese sentido también es importante la profesionalidad del equipo humano, por ejemplo, de RFL que vigila día a día para lograr que una carga llegue a destino sin contratiempos.

Las principales acciones que minimizan riesgos son:

• Actualizar los equipos con los últimos parches de seguridad del fabricante.
• Disponer de herramientas de protección adecuadas (antivirus, cortafuegos…).
• Realizar copias de seguridad periódicas de la información, especialmente, de la más sensible.

Formación del personal

Es importante que los empleados tengan en cuenta aspectos como no abrir ficheros adjuntos de correos electrónicos de índole dudosa o ser precavidos a la hora de seguir enlaces que le lleguen a través de e-mails, mensajería instantánea o Redes Sociales, aunque sean de contactos conocidos. En definitiva ser capaces de distinguir las fuentes de confianza de las que no lo son.

En España el organismo CNPIC (Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad) es quién se encargar de proteger los sectores estratégicos clave y asesorar a través de cursos e información medidas de prevención ante los ciberdélitos. Se trata de un organismo coordinado con las unidades especializadas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado encargados de perseguir este tipo de prácticas.